Vi el dolor en tu trasparencia, alme de los desvaídos...
Tu antiguo azul, que jamás opacó paisajes, tornóse translúcido...
Enfermó tu alma, y conoció el padecer de lo intensivo,
tu reloj destejió los minutos de la vida
yt caíste al pozo ciego de los desterrados...
Los que un día llamaste tuyos,
olvidaron tu nombre y tus besos,
y archivaron tu añoranza en su maltrato de baúl,
guarenciendo su mirada de tu triste figura,
y cegando tus caricias bajo la altanería de la edad...
Aún así, por las noches los extrañas,
muerdes su despecho y masticas tus ganas de amor,
ansías cobijo y seguridad
y anhelas que alguien prenda,
aunque mas no sea un segundo,
el azor de tus ojos...para ver si aún titilan en la espuma...
Y mientras tanto, solo con versos displicentes,
tu reflejo en mi juventud saluda a la irreverencia,
y deja un secreto en tu almohada,
desconectando el monitor punsante de tu desconsuelo,
y tapando de verde tu cuerpo de mar... |