El Hijo de la Noche

Yo he nacido de la noche,
ser espectral, fruto de la luna de sal.
Yo he traído la ruina,
fuente de toda melancolía;
carente de alma en mi cuerpo astral,
soy el ente que las sombras someten.
Rey noctívago, conde del terror,
no existe maleficio que no more en mi son.
¿Acaso mis colmillos solo se sacian con oscuridad?
¿O es la sangre a la que juran lealtad?
Porque soy la Muerte,
y todo lo que esta promete;
soy Adán, Su único hijo inmortal.
¡Te ruego! Silente melodía de condena perpetua
que me atas eternamente a esta tierra;
¡Te imploro! Estaca en mí la daga ancestral,
arranca de mi pecho el vacío infernal.
¡Destrúyelo! ¡Destrúyelo!
Atraviesa la noche con el puñal sin nombre,
toma aquello que mi corazón esconde.
Y llévatelo lejos, allí donde no tenga compañía,
donde el sol no brille y fenezca la alegría.
Porque solo el Fin es mi salida,
y no puedo hallarlo sin tu melancolía.