Hay un caballero del sur
de mirada nocturna
y horizonte taciturno,
que escribe en sonatas
y le resultan sonetos
de una lírica libre,
tan libre como sus versos
desesperados y una canción
apasionada atrapada entre
las hojas de mi libreta
donde escribí por ti
mi primer y tímido –te amo…-
Hay un caballero
de encanto general,
enamorando a mis 17,
con sus cuatro coordenadas
por las que llevo
mi brújula vigilante
mirando al sur de su patria,
al norte una tarde de calle con su nombre,
un oriente y poniente
que abraza mi corazón doliente
en suave murmullo me dice…
-…y fue a esa edad… llegó la poesía a buscarme-
Desde entonces, ese caballero nunca la dejo…
morir de olvido…
para escribir sus versos mas tristes en una noche…
Descubrí que una noche triste
puede estar llena de estrellas
y una lágrima llena de silencios en un tímido –te amo-