Desear es como pedir algo imposible
Más en la condición en que me ves
Desear algo, es quedar impasible
A tu hermosura, que con candidez.
O calidez, no sé, aún; pero siento
Y presiento que tu mirada diáfana,
Es lo más exquisito, tierno o quizás tonto
Que me ha pasado, cuando encuentro tu mirada.
Mirada de compasión, de admiración,
No sé, pero, creo distinguir
Que no te soy indiferente.
En cuanto a tu deleite, no se la intención…
Posees belleza, sin igual en esta heredad,
En el planeta, en mi universo, eres agraciada
No hay comparación en ninguna era,
Equivocarme, no creo, eres la más deseada.
En cada espacio que posas, tus ágiles pies
Como de gacela que huye del peligro, de
Cazadores, cual coronar como trofeo desean
A tan agraciada mujer de beldad sin igual
Volar apetece para alcanzar.
A la bella estructura de niña-mujer.
Solo tengo una desazón
Cuando te ausentas de mí
No te alcanzo a distinguir y te pierdes
Entre la distancia que desconozco, en el que
Te diriges sin saber de ti.
Dolor me causa no verte
Aun viéndote no hay comparación
Alguna que me haga suspirar con tanta
Vehemencia esa figura, celestial angelical.
Que rebasa mis sentidos y mi forma de creer
Que eres mujer tan bella que no veré.
Ni por asomo en otra,
Belleza, cuando te dignas a saludar mi triste estructura.
Aún tu sonrisa trémula entre labios,
Saludas con cierta timidez
Que con un beso sellaría
Esos labios dulces, tiernos como
La aurora de la mañana.
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