Dios no pasó por aquí
ni pasó por alla.
Dios no pasa,
no corre ni se detiene
para ver esto o aquello. No lo hace.
no se vale de sus manos para agarrar,
ni de sus pies para correr.
Dios no es la huella porque no es pasado.
El pasado no es su huella
es nuestra huella en el camino de Dios.
Aqui estan el pasado, el presente y el futuro.
Dios nos contempla en un solo tiempo.
Adan y el último de su descendiente
no estan en la memoria de Dios. Estan en el tiempo de Dios. Entenderemos esto?
Cuan difícil es pensarlo?
Como salir de lo creado
para buscar lo que no ha sido creado?
Conocemos los tres tiempos
y nos conjugamos en ellos sin pensarlo.
Atrapamos la historia en un tiempo, la que una vez fue presente
y la llevamos a otro tiempo.
Y la contamos, apoyados por testigos oculares (que lo vieron todo), testimonios escritos,
fósiles, esculturas, en fin, civilizaciones.
El presente siempre enmedio de los dos como un órgano reproductor. No lo podemos separar. No pararan sin nosotros.
El futuro lleno de estadísticas,
proyectos y buenos augurios.
Pero cuando ese futuro se hace presente
lo destruimos (que problema el presente).
Y, despues lo contamos en la historia, como si nadie nos ha vencido. Pero estamos derrotados.
No pegamos una. Vaciamos el baúl de la suerte,
y agotaremos hasta la última gota de sangre.
Y nos sentimos culpables... Pero no aprendemos!
Vaya, futuro que nos espera!
Que diría Dios si lo supiera todo?