Dame a beber un mañana, donde sea reina, donde la luz brille, como diamante pulido. Donde la esencia de la vida sea rosa cultivada y el alma permanezca, como rosa silvestre. Dame un corazón silvestre, donde mil esencias perfumen mi estancia y sea yo el caudal de la vida.
Texto agregado el 21-09-2013, y leído por 227 visitantes. (7 votos)