Inicio / Cuenteros Locales / aimara / 6.-
Acostumbraba a quedarme en silencio junto a la alfombra.
Una noche observé, que por debajo de la puerta entraba la luna.
ella me acompañaba junto a mi silencio, iluminando mi alama ya cansada.
Acostumbraba a quedar en oscuras, pero ella iluminaba las sombras, entonces ya no estaba sola, el silencio se manifestaba, era mi compañía.
La esperanza alcanzaba las montañas, mis manos tejían en ellas los sueños, me despedía de la vida…
Alondra en silencio vuela la mañana, escarcha matutina florece sobre las aguas, un haz de luz navega en las alas…solo luz, solo paz.
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Texto agregado el 21-09-2013, y leído por 191
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