La nieve de los años encaneció mi pelo,
el fuego de las penas enrojeció mi cuerpo,
el dolor de partidas que ahora son recuerdos,
me inducen al exilio y sin embargo vuelvo.
El verano me quema, su fuego me destruye,
el otoño me cubre con miles de hojas mustias,
el invierno congela, asusta y desespera,
más nuevamente vuelvo, a pesar de mi angustia.
Cada año repito doliente despedida,
mi vida es reducida pero llena de fe,
florecen saludando los árboles y flores,
y la gente me dice, te queremos, volvé.
Y retorno triunfante, regalando ilusiones,
esperanzas se gestan en una nueva era,
y despierto en las almas amores e ilusiones,
y cada año vuelvo . ¿Mi nombre? Primavera.
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