Iba feliz escuchando
en el radio a Tito Schipa
Domingo, Juan Diego Florez
interpretando zarzuelas,
los ojos en la carretera
y en las nubes la cabeza.
De protno el coche se para
no noté indicadores:
¡Me quedé sin gasolina!
Pues...tuve que caminar
algo así como tres millas
(el celular estaba muerto)
En barrio residencial
las casas con sus jardines,
árboles cubren aceras
derramando frutas, flores.
Recojí cuatro limones,
dos guayabas, un zapote,
luego vi dos floresitas
caídas, no pisoteadas.
Las levanté ¡Qué bonitas!
Cinco petalitos blancos
por el centro ahondadas
y un color rojo- violeta
Quise aspirar su aroma
sin tener puestas las gafas
comenzaba a olfatarlas
¡Ah carajo, qué sorpresa!
Sentí una fuerte punzada
de mi nariz en el centro,
una canija abejita
diome tremenda picada,
como quien no ha hecho nada
zumbando partió en su vuelo.
Dolor hasta la coronilla
se me hinchaba la cara,
al llegar a mi morada
estudieme en el espejo,
al lado de aquella estampa
Frankestein, el Hombre Lobo
parecieran fácilmente
Mel Gibson or Tyrone Power.
Mis ojos eran dos líneas
sobre máscara redonda
y un matiz casi morado.
Abanicos por orejas,
no se los voy a negar
soy un tanto narizón
pero pienso: en estos ratos
el buen Papa Pio XII,
Cirano de Bergeracx,
y el elefantito Dumbo
a mi lado se ven chatos.
Por toda una semana
no he logrado dar un beso
pero ni a una muchacha
¡Ay Dios mío, que tormento!
"Por la sangre entra la letra"
nos dice el sabio refrán,
he aprendido mi lección:
no más música:¡Noticias!
Hoy el tanque de mi coche
con gasolina rebalsa
¡Al diablo con florecitas! |