Camine hacia esa esquina
y llegué a esa esquina .
Habia un norte y habia un sur
y habia un lugar para descansar
en ese norte y en ese sur.
Habia un lugar . Todo un bosque
en ese norte y en ese sur,
habia un lugar lleno de flores .
Habia un bosque lleno de verdes ,
en ese norte y en ese sur .
Seguí caminando mientras miraba el cielo
y en este , todavia , estaban todas las estrellas.
Todas las muertas . Todas las vivas.
¿ En cual residiria mi Dios ?.
Que en este momento no me hacia compañía .
Mire la huella que mi pie dejaba.
Sentia el viento raudo que la borraba .
Caminaba hacia ese norte . Hacia ese sur .
En un costado estaba el bosque de verdes
y en el otro , todas las flores.
Me ofrecian todo un mundo de colores esas flores .
Me ofrecian todas las gamas de verdes en ese bosque.
Y resuelto me dirigi a ese bosque , buscando el color
que las flores no me ofrecian .
Caminé hacia esa esquina y llegué a esa esquina .
Buscando la esperanza que de nuevo me devuelva la fé .
Texto agregado el 20-09-2013, y leído por 158
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Lectores Opinan
20-09-2013
Bello poema. Me conmovió porque es algo que todos hemos pasado: perder la fe. ferminaariza
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