LA DAMA DORADA.


(Sucedió en Juxtlahuaca).


Era una dama de piel blanca, ojos verdes, cabello rubio, su figura bien torneada, parecía modelo de una diosa Griega, caminaba todos los días por la avenida Nacional, de norte a sur, hacia el mercado, a comprar flores y frutas, las flores adornaban la vieja casona donde vivía con su hermana, con las frutas elaboraba dulces típicos y licores de sabores naturales, su rostro alegre, de sonrisa grande, con un lunar en su barbilla, que le daba aires de dulzura, así con su vestido dorado que realzaba su silueta y sus zapatillas negras, era una belleza orgullo de Juxtlahuaca; su caminar en olas de mar, provocaba que los caballeros la cabeza volvieran al pasar; su gracia de garza, le daba un toque especial, con su canasta al brazo y rebozo en la cintura, era envidia de las mujeres por su elegante andar, así a diario, ella lucia su belleza, su gracia de luz propia al caminar; los visitantes en las fiestas de nuestro pueblo, toda vez, era obligada su visita a su casa, para los dulces y licores aromáticos poder disfrutar, con gran orgullo la dama dorada de Juxtlahuaca, buen sabor de boca les hacía pasar, a los visitantes e invitados de Juxtlahuaca, así mismo a las personas de nuestro pueblo que le pasaran a saludar, ella amablemente a todos les recibía, invitándoles dulces o una copita de piña, de capulín, o de jerez, licores que tenían fama nacional, así la dama dorada era un orgullo de nuestro pueblo, por su dedicación al elaborar sus productos , y su belleza sin igual.


Rey Cimba. ©