19 DE OCTUBRE DE 1970.
(Sucedió en Juxtlahuaca).
Juancho, apúrale vamos a doblar con las campanas… Dijo don Ezequiel a su hijo de 6 años de edad, eran las seis de la tarde del 19 de Octubre de 1970, unos minutos antes, la radio, había anunciado la muerte del Gral. Lázaro Cárdenas del Rio, en la Cd. De México D.F. la noticia conmovió a todo el País y la Mixteca Oaxaqueña desde ese día se quedó huérfana, había fallecido “Tata Lázaro”, el día veinte de octubre cada 30 minutos, las campanas del templo mayor sonaban con el doble fúnebre en el pueblo, mientras en la capital del país, al Gral. Cárdenas se le rendían honores en la cámara de diputados y desfilaba delante de su sencillo féretro, el pueblo doliente; la noche del día veinte fue trasladado a su casa, donde arribaron los camiones de Juxtlahuaqueños que le hicieron guardia como despedida del Pueblo Mixteco, de su pueblo amado, donde paso trabajando y conviviendo los últimos años de su vida, el día veintiuno a la una de la tarde sería su sepultura en el monumento a la Revolución Mexicana; apúrale Juancho le dijo nuevamente don Ezequiel a su hijo, a eso de las diez de la mañana, rápido súbete al Jeep, el niño de seis años, se subió como pudo, y estando listos inició su desplazamiento hacia las Nieves Silacayoapan, donde la señal de televisión por la altura, era perfectamente clara, al llegar al gran salón, ya estaba reunida mucha gente de diferentes pueblos, para presenciar por televisión los honores de que sería objeto el último de los Grandes de la Revolución Mexicana; en la televisión en blanco y negro, comenzó la transmisión; los militares cargando el féretro, colocaron la bandera de México, e inicio el toque de marcha de honor, con los 21 cañonazos, y el Himno Nacional Mexicano, un silencio respetuoso que se prolongaba a todos los rincones del país, se percibió, algunas de las mujeres y algunos hombres al voltearles a ver Juancho, les miro lágrimas en los ojos, lo cual no entendió, después de dos discurso, bajaron el féretro de “Tata Lázaro” con el toque de silencio, y cerraron la tumba en el Monumento a la Revolución; eran las dos de la tarde aproximadamente, Juancho pregunto a don Ezequiel, porque la gente lloraba, el solo le contesto, sepultaron a “Tata Cárdenas”.
Rey Cimba. ©
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