EL caballo
- ¿Te vendo un caballo?
- ¿Y qué haría yo con un caballo?
- Andar poh weón.
- Si es por andar weón, no necesito un caballo, soy lo suficientemente weón.
- Andar a caballo poh, si a voh te gusta eso de meterte pa’ onde querís.
- Jajajaja. Y por qué no me presentai al caballo primero, y converso con él pa’ dónde quiere ir.
- Ya pu weón. Si es en serio. Es un caballo de salto.
- Compadre. Jajajajaj. Tamos mal. Si hay weas que no me quiero saltar.
- Te lo vendo.
- ¿En cuánto?
- Doscientas.
- No weón. Es muy poco.
- Puta’s si soy tu amigo.
- Por eso. No me caguís poh weón. Te pago quinientas.
- No me webees, si te lo dejo en doscientas.
- No, compadre. No necesito un caballo. Vos sabís que comen lo mismo que las yeguas. Y de caballo no tengo idea. Pero de carruseles de caballos que dan vuelta y vuelta hasta que se van los cabros chicos si sé. Es la mitad de mi sueldo.
- Soy mala onda ohh.
- Chisss, te ofrecí quinientas por el caballo y ahora soy mala onda.
- Te creí más que yo pero no tenís idea de lo que es relacionarse con los animales.
- Sabis compadre, tenís razón. Hace tiempo que me critican lo mismo, que soy insensible. ¿No te molesta que te cuente la historia de la yegua?
- No. Por favor. ¿Eres apostador de carreras?
- No weón. Mis hijas cuando las paseaba recogían mis colillas de cigarros, luego las bolsas, los envases de plástico de cervezas que se supone las tortugas creen que son medusas o no sé qué. Luego me opuse a que pasearan tan tarde. (mis hijas: que las tortugas y medusas que vivan su vida)
Llegaba todas las noches con las niñas como a mí me gustan.
- No la caguís pos weón.
- No maraco. Como a mí me gustan, cansadas luego de pasarlo bien, pero que se duerman.
- ¡Te vendo un caballo¡
- Si no quiero un caballo. ¿Me dejai terminar la historia?
- Pucha es que si me decís que tu ex es la yegua, no te compro.
- Si a mi ex ni te la vendo
- Ya poh ¡Atina! Te arriendo el caballo.
- Vos tenís mala suerte weón, seguro que lo compraste como semental y te salió Gay. Jajajajaj. Cómo esa canción de Serrat que te compras el circo y te crecen los enanos. ¿Es de Serrat? ¿Tenís Wi Fi?
- Si tengo.
- ¿Tenis whiskey? Un caballo blanco o una yegua de 12 años.
- No me guevís con que te gustan las cabras chicas poh weón.
- ¿Tenís whiskey o no?
En ese único momento, el narrador pudo tomar tiempo a servirse una coca cola helada, y los personajes a pensar su siguiente diálogo.
- Si tengo.- Y el narrador renunció a traducir los nombres de los whiskys que exhibía el anfitrión. -100 Piper compa.
- Buena. Con hielo y coca por fa.
- No tengo coca compa
- No se preocupe, si el narrador es amigo mío y el siempre tiene coca lights. Claro que a él le gusta el Ron.
Y no es que me quiera defender, pero yo tampoco compraría un caballo. Pero tomar un whiskey no hace mal. Si algo he aprendido, es que te acerca a la escritura.
- Pancho.
- ¿Quién es Pancho?
- El caballo, se llama Pancho por Bilbao… Francisco Bilbao.
- Jajajajaja “Y si gobierno tu pensamiento, ¿podrás gobernarte a ti mismo?”
- Te regalo el caballo. En serio. Te lo regalo.
- ¿Y qué haría yo con un caballo?
- Escribir poh weón, a ti se te ocurren leseras.
- Como el Quijote de la Mancha.
- Eso poh, veís que es cuestión de alimentarlo, y quererlo hasta que te haga surgir la historia.
- No compadre.
- Te lo regalo. Es un caballo de salto.
- ¡Te lo compro!
- Bueno. ¿En Cuánto? ¿Doscientas te parece bien?
- No tengo tanto, pero te puedo pagar ciento cincuenta en tres cuotas de cincuenta. Y espero que a la yegua le guste.
- Se llama Pancho.
- Si sé ohhh.
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