Si pudiera sumergirme,
En la noche oscura donde se baten los recuerdos,
Crear desde la esencia futuras ilusiones,
Hallar sueños en un huracán de falsedades.

Buscar en el riesgo inevitable de existir,
El conjunto de sentimientos disfrazados de alegría,
El oxígeno del ahogo y el afán de lucha,
Ideales efímeros desvanecidos cual sombras.

Cual si creer en la vida después de la muerte,
Buscar luz tras un manto de miradas,
Pasado inescrutable, presente inexistentes y futuro ciego,
Esfuerzos estériles al surgir el vértigo.

Más fácil que el surgimiento del odio tras el amor,
Consecuencias inherentes el coraje transitorio,
Vacío que observa esperando su turno,
La muerte esperando al atardecer de los sueños.

No es final, ni tampoco inicio,
Búsqueda inacabable del establecimiento de creencias,
Respuestas inconclusas al afán de poseer y ser,
No ser para existir, o existir para tener.

Confundidos en vuelo el llanto y la sonrisa,
Fundir la ingenuidad y la transparencia en la vida,
Ser uno solo en un universo de dúos,
O buscar tríos para bailar en parejas.

Extinguiéndose el sentimiento y permitiendo la reflexión,
Ser agua en el agua y lluvia en el mar,
Evocar el paraíso a una mera sílaba,
Creer en el hipnotismo del infierno por simple convicción.

Excesos que danzan con el reflejo de la vida,
Sombras que demoníacas poblando alrededor,
Dogmas divinos al borde de la inconsciencia,
Peligrando la caída, al son del más leve suspiro.

Muerte que existe por naturalidad,
Y vida perpetua en la rendición,
Divagaciones existenciales cual simple consecuencia,
Parálisis a las ilusiones y caída al pasado.
Temor al existir sin haber sido,
O al haber sido sin querer ser.