Largas persecuciones recibió Jack por el régimen ateo, la policía después de mucha investigación logro dar con su cara y su identificación, ¡El hombre más buscado por defensa cristiana era un ateo!

Un día la policía logró acorralarlo en un callejón sin salida, echado contra la pared. Jack miraba fijamente a sus captores.

- ¡dispare si tanto cree que funcionara! - gritó Jack levantando las manos

- ¡Esta probado que funciona! - dijo el policía mientras se acercaba con la pistola.

- ¡En las cabezas de paganos! - Jack sacaba una navaja - ¡Dispara si tan valiente te crees!

El policía temblaba mientras apuntaba y se alejaba, entonces escuchó un grito detrás de él. Jack quedó perplejo mirando a los compañeros del policía asesinados bruscamente contra el auto.

Un hombre de gabardina negra saltó contra el policía terminando con su vida a golpes contra su pecho, rápidamente dejó inconsciente a Jack que lo único que vio con claridad fueron los ojos rojos del hombre.

Cuando despertó vio las paredes de una oficina, el mismo hombre que lo dejo sin consciencia colgaba un bastón con sangre en un perchero, al fondo gritos de dolor y otros de felicidad sonaban.

- ¿Qué es esto? - preguntó Jack - ¿Por qué no me han matado?

- ¿Para que regreses? - reía el hombre mientras colgaba la gabardina al lado del bastón - hubiera sido muy rápido y me hubiera ahorrado el robo del bastón.

- ¿Qué quieres?

- Me dicen de muchas maneras, pero todos concuerdan en algo real. - sonreía el hombre mientras sacaba un cigarrillo. - que vivo bajo tierra... Satanás, Belsemu o el mismísimo Lucifer, la gente pasa la vida esperando verme.

Jack no entendía nada, solo lo escuchaba oyendo cosas sin sentido.

- Los hijos del demonio ahora están bajo tierra conmigo, a salvo de las garras paganas... garras que yo entrené. Solo queda perdonar al opresor y luchar, tú seras el mensajero.

- ¿Qué dijo al final? - preguntó Jack - Seré mensajero... ¿De qué?

- No eres el único Jack, solo el más rápido. Mañana te daré las cartas, marcadas con la negra sangre.

El hombre abrió la puerta de la oficina, tras esta se veía el contorno de antiguas alcantarillas de piedra, varios hombres y mujeres festejaban en felicidad y al fondo el pecado de la lujuria tras unas simples telas. "¿Felicidad?" preguntó Jack "Felicidad" respondió Lucifer.