Purificar los desgarros
Nutrirlos de armonía sabiduría
Llevarlos a cuestas
Extasiando a la metamorfosis del alma

Denostar los suplicios enajenados
Transformando las cascadas de angustia
En prados de intenso color
Rutas de intensa lozanía

Erradicar la inmensa crueldad de tus aposentos perplejos
Silenciar las voces de brisas violentas
Condensarlas bajo un manto límpido deseoso
Arropar la angustia adquirida
En soledades impuestas por días desamparados

Promover auroras platinadas
Atiborradas de esplendor
Con la candidez de abrazos puros
Miradas gratificantes
Soles nacientes