Tomando mates en silencio... haciendo de cuenta que no se transmitía nada... ensayando discursos confusos en sus cabezas, tragando saliva como si fuese la última... pero mirarse a los ojos nunca.

Lo de siempre fue la imperiosa necesidad de anclarse a lo mismo; aunque sea buscando algo nuevo... vestigios de Cenizas "lagrimeadas" en el vestido... y un rastro de pañuelitos usados hasta el baño, donde antes la escondían...

Lo diferente fue el viento que corría en su interior... de repente el cuerpo era mas liviano... casi que si lo quería se elevaba y se iba...

"¡Abrazame!" le salió del alma, traicionada por su propio deseo... todas aguardamos en silencio al darnos cuenta de lo dicho... pero no hubo abrazo. Como siempre.

Trapito mojado de lágrimas ¿hasta cuando? Sigue volviendo a pesar de los golpes, de los empujones, insiste en seguir abriendo los brazos...