Me asomaba por la ventanilla y lo único que podía ver era un montón de concreto y cables ni siquiera sabía por qué lo hacía tal vez aun esperaba mirar algo diferente pero esto era totalmente improbable pues si miras atreves de la ventana del metro subterráneo ese es el paisaje etéreo e invariable con el que siempre te toparas al menos en mi caso nunca ha cambiado y eso que soy usuario habitual de estos vagones desde hace mucho aun así esto me parece mil veces mejor que voltear y toparme de frente con las piernas de mi vecina de asiento que muy amablemente las había cruzado con la intención de que medio vagón las apreciara y no digo que no sean bellas de hecho solo les encuentro un único defecto y este no es otro que la cantidad desorbitante de varices que las adornan además no me gustan mucho las veteranas mejor paso, mientras pensaba en eso comenzaba a anotar como mis axilas se humedecían con una rapidez asombrosa pues apenas llevaba dos estaciones y ya podían apreciarse unos charcos adornando mi camisa seguramente lo saturado del vagón contribuía a que mi traspiración aumentara, la verdad esto me jode bastante y no es precisamente por la molestia física que esto causa muy por el contrario es una molestia plenamente moral pues siempre he pensado que como podría quejarme del olor a chiquero si yo contribuía con mis abundantes fluidos a esta gran y selecta bola de aromas que al fundirse logran un hedor bastante peculiar pero sinceramente prefiero dejar de pensar en olor de culo y sobaco para enfocarme en otras cosas un poco más interesantes y no es que intente ponerme a leer un libro, escuchar música o checar mi Facebook sé que tal vez esto es lo más normal para tratar de escaparse de la atmosfera infecta del vagón y es lógico que nadie quiera estar aquí pues si existe un lugar desagradable a las 3:00 pm en el mundo para casi cualquier persona ese es el metro pues a esta hora todos y cada uno de los furgones sin excepción están prácticamente atascados de fenómenos y con fenómenos me refiero a todos pero todos sin que se salve alguno de los que usamos este noble medio de transporte pues si tuviéramos que comparar el metro con alguna otra cosa seguramente sería con el circo y no me malentiendan pues no intento decir que el circo es un mundo de fenómenos muy por el contrario pienso sinceramente que todos tenemos algo de fenómeno en este mundo pero volviendo a lo importante si en verdad el metro fuera un circo este debería de ser un gran circo pues no en cualquiera cabrían tantas bestias ya que a diario por el metro desfilamos interminables hileras de personas defectuosas les pondré un ejemplo: la chica que está sentada junto a la puerta es bastante atractiva eso nadie lo niega de hecho podría decirse que es hasta sugestiva pues con ese par de pezones duros más de uno tiene un problema entre los pantalones pero les aseguro que entre todos esos cerdos babeantes ninguno ha notado lo descomunal de sus orejas, lo ven solo falta mirar como lo que el mundo tiene que mostrarnos.