Ella, lo tenía todo.

Sus ojos se volvieron borrosos al compás del tic tac de las manecillas del reloj, nadie sabía que al terminar el último minuto de ese día, ella dejaría de existir y se convertiría en un momento más de este infinito.

Los que la conocían llorararon, los que no, no la comprendieron; ¿quién lo haría? si al final de cuentas todos están tan absortos en sus asuntos que nadie indagaría más allá de lo obvio, solo yo, aquel tonto enamorado, al que en tu funeral lo miraron con lástima, con odio, con simpatía, que se yo, la gente es tan extraña a veces que no sabes si sus sentimientos son realmente sinceros.

Noches antes ella me lo dijo a gritos en su mirada muchas veces, se suicidaría, pero yo no la creía capaz, después de todo ella era perfecta, delicada e inteligente, y de vez en cuando reía lo suficientemente fuerte como para que mi corazón vibrara. ¿Por qué lo hizo? ¿por qué? la muy ingrata no dejo siquiera una nota para guiarme, sólo se fue sin más, tan egoísta y tan fríamente, ¿he sido yo acaso?, ¿o qué fue?.


Tú habitación, cuantos buenos recuerdos guardo de ella, aquellas noches en las que hicimos en amor, las veces en las que me leías a kafka mientras yo me recargaba en tu hombro y escuchaba tu melodiosa voz; que doloroso es guardar tus cosas en estas cajas, y se que atraves de ellas me estas mirando, y estas tratando de secar mis lágrimas; quisiera que no te hubieses ido y esto solo fuera una pesadilla, que tu todavía estes en tu trabajo esperando a que se de la hora de volver conmigo. Estoy tratando de entederte pero mi coraje me ha cegado, y te has convertido en la obsesión que ahora me carcome el alma, y no siento más ganas de vivir.

Ahora entiendo aquellas minutos de silencio que me regalabas a la hora de cena, pensabas y repasabas tu plan de ejecución y aprovechabas mi falta de atención para convertirte en la eterna martir que ahora eres. Fui yo el culpable, fuiste tu, fue el mundo, todos te orillamos a elegir este camino, te sentías una carga, triste,inútil, sola. Todos te lo dijeron, la vida no es solo blanca o negra, la vida no es fácil, sonríe, pero se que no lo querías hacer, porque no encontrabas ningún sentido en ella, el amor, el trabajo, la familia, y los amigos son parte de un complot efímero que simulan un destello de felicidad, no valía la pena aferrarse al brillo instantaneo de aquello; por fin entiendo la travesía llena de espinas que estabas recorriendo, porque ahora soy yo el que lo camina, ahora entiendo tu infelicidad, la comprendo y me abrazo en aquella soledad eterna que tu llegaste a sentir, y estoy esperando mi último minuto de vida, después de todo quien lo tiene todo, yo no, ni tu.