Soy una mujer que no esconde jamás su rostro, que va por la vida de frente, caiga quien caiga, que respira hondo, que saca fuerzas y enfrenta los sinsabores que se le van regalando. Hay veces que tengo tanto miedo que la boca se me seca, las manos se me humedecen y se me quiebra la voz, pero algo ahí adentro apaga mis terrores, desde el fondo de mi estomago emite un rugido de leona que va de caza y los temores huyen como alimañas asustadas. Soy una mujer que desconfía y no se entrega fácilmente, de mis errores he aprendido demasiado, y cuando mi intuición de hembra me da un aviso, mi peor error sería no hacerle caso.