La gente celebraba gritando con fuerza el gran himno ateo, la gente se abrazaba y la radio sonaba por todas las calles: "La bandera negra y la A escarlata han tomado el vaticano" la gente gritaba de alegría, "El papa sera ejecutado públicamente en nuestra capital para que todo hombre, mujer y niño pueda disfrutar."

A lo lejos se oía el retumbar de tambores, el padre nuestro era rezado a viva voz por un grupo de creyentes marchando juntos. Rápidamente la felicidad se transformó en furia contra los católicos que protestaban por los abusos, a las pocas horas la policía llegó para apoyar a los ateos.

Varios gritos se escucharon mientras las balas de las metralletas policiales arrancaban la vida terrenal a quien tocaran, tanto a "inocentes" ateos como "vándalos" cristianos. A lo lejos Jack observaba el caos oculto desde un techo vestido con su casaca negra, casi invisible preparaba el fusil para sus posibles últimos momentos de vida, sujetaba su rosario con fuerza y oraba por ultima vez.

- Esta es por el padre - se decía a si mismo Jack mientras disparaba - esta va por el hijo - Jack fijaba sus balas en los niños ateos mientras el odio crecía en él.

Con rapidez los policías subieron el edificio mientras Jack terminaba las balas en su cargador y se desabrochaba la casaca mostrando las C4s atadas a su cuerpo. La policía subió a lo más alto apuntándole.

- Ríndete y te daremos la misma muerte que tu supuesto salvador. - decía un policía mientras le apuntaba. - Ahora mismo... general... ¿General Jack?

- Y por el espíritu santo... amen.

Jack accionó el detonador, pero en lugar de fuego fueron balas lo que salió de sus supuestas C4s, atravesando a los policías ateos mientras a lo lejos se caían 3 edificios, todo había salido según lo estimado para Jack, la policía se distrajo con él, nadie descubrió los verdaderos C4s y los falsos funcionaron sin fallos para matar a los que lo vean, el único fallo fue el policía que lo descubrió. Jack no lograba recordarlo, pero la frase "General Jack" ya le daba muchos recuerdos.