Como cuesta decir “te amo” a alguien que lleva casi toda una vida al lado tuyo y hacerle sentir el verdadero peso de esas palabras. Quizá decirlo sea mucho más sencillo que transmitirlo, en especial cuando ese alguien ya no está tan seguro que eso sea tan cierto.
Cuando los años van sumando dificultades, uno tiende a pensar que la vida hubiera sido distinta si las circunstancias que lo rodean hubieran sido otras, por ejemplo otra mujer, o ninguna tal vez, en el caso de ella es lo mismo, otro hombre o tal vez ninguno.
El beneficio que te dan esos años, como contracara al vértigo de la juventud, es que uno puede hacer una pausa. Las obligaciones y presiones van cediendo cuando los hijos comienzan a retirarse de la escena principal, y eso te permite tomarte el tiempo necesario para mirar la vida con un poco de distancia, no tan encima de los problemas, y es ahí cuando se corre el velo y estás solo frente a tu alma , es el momento de preguntarte qué es lo que hiciste.
Las respuestas pueden ser no muy amigables, por ejemplo que tus frustraciones no son otra cosa que el resultado de tu incapacidad al no haber tomado las decisiones correctas, por comodidad, por pereza, por no haber tenido en cuenta que la vida puede ser larga y que hay que construir para cuando lleguen esos años, por desatender los llamados internos de tu alma, como hacerte un lugar para desarrollar tus mejores aptitudes cualquiera sean estas, por no dedicarle tiempo al cuidado de tu cuerpo, por no haber alimentado tu intelecto instruyéndote mas, por no haber dicho te amo en el momento preciso y necesario, en fin, los “por” pueden ser casi innumerables.
Y que es lo que hice?, negué durante años sistemáticamente toda responsabilidad y deposité muchas veces, (todas las que puede), esa carga en la persona que convivió conmigo todo el tiempo, en que personal y meticulosamente me encargué de dilapidar posibilidades de crecimiento material y espiritual, todo esto y quizá más.
Que es lo que me queda por hacer?, pedir perdón de corazón y construir, nada más, eso es lo que debo hacer. Voy a enfocarme de ahora en más en eso, solo en eso, porque en verdad la amo.
|