Estaban el presidente Enrique Peña Nieto y su esposa, la primera dama Angélica Rivera, cenando tranquilamente en la residencia de Los Pinos, cuando de pronto comenzaron a platicar:
-Oye, Angélica-dijo EPN- fíjate que mis asesores de imagen me aconsejaron que para incrementar mi popularidad ante el pueblo, tengo que empezar a leer más libros de literatura, y me recomendaron uno que es muy bueno. Se llama “Los miserables”, sólo que no sé quién lo escribió, ¿de casualidad tú sí sabes?
-Sí, cariño-contestó la primera dama hipócritamente-. Lo escribió Víctor Hugo.
Luego de aquella respuesta, el presidente se queda pensativo por un rato, apareciendo pocos segundos después el mayordomo de la casa para traerles el resto de la cena. De pronto. Peña Nieto se levanta sumamente emocionado de su silla, toma la mano del sirviente, se la estrecha y, con voz de gran sorpresa, le dice a éste:
-¡Víctor Hugo, felicidades! ¡No sabía que aparte de mayordomo fueras escritor!
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