Sale último, pero con fuerza va rebasando a sus rivales.
Se tropiezan sus brazos pero igual sigue remando
Rebasa a dos rivales con tan solo siete remadas y hace seis más para alejarse
Se cree audaz en el trayecto y comienza a divagar con tan solo pocos metros, y con otras cinco remadas más logra pasar a otro rival.
No mira a sus costados por miedo de que, si gira la cabeza perderá el equilibrio. Y tan solo por no tropezar de nuevo.
Tan solo va por la mitad, pero se empieza a agotar.
Entonces se distrae y piensa, que quizá, cuando se baje, todo va a ser mejor.
Pero reacciona llegando al final y comienza a rebasar a sus últimos rivales. Llega
Suspira después de la última remada ganadora y agita su puño al aire, presumiendo que es el mejor. Y ahora, ya no se quiere bajar.