Inicio / Cuenteros Locales / sendero / El ruego
Ven, escucha los grillos, mira al murciélago como se suspende mientras clava sus dientecillos en el zapote. ¡Anda!, no seas floja, husmea el olor de los geranios. Levántate y desayunemos el aroma del pan que recién sale.
El abuelo sostiene en sus brazos a la nieta bajo el marco de la puerta. El cabello lacio de la niña reposa en la quietud del pecho. La luna le siembra flores.
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Texto agregado el 29-08-2013, y leído por 366
visitantes. (6 votos)
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Lectores Opinan |
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01-09-2013 |
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Delicado final para un momento de vida. Un abrazo, querido! Mildemonios |
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30-08-2013 |
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¡Qué belleza, mi querido! Al leerte, a veces como ahora, me quedo en silencio para degustar aún más tus letras. Un beso.***** MujerDiosa |
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30-08-2013 |
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Qué decir? Sencillamente hermoso. ***** biyu |
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29-08-2013 |
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Eres maravilloso, este cuento muestra la belleza de la vida. Carmen-Valdes |
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29-08-2013 |
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Muy poético, sin duda. Qué bien amigo, estás de alto vuelo en estos días. Te abrazo full. SOFIAMA |
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