Miré hacia ambos lados , nervioso , temeroso , asomado en la pequeña ventana de la puerta , temblando la empujé, miré y ahí estaba nuevamente frente a mi , acechándome , como si me fuera a saltar encima, cerré los ojos y corrí , tan rápido como pude , sin mirar atrás pero sentía que ahí venia y que cada vez se me acercaba más. Vi una luz en frente y fui hacia ella corriendo, sintiendo como que si el alma se me salía. Sabía que tenía que alejarme de aquel que me quería atrapar, tragarme o matarme. No sé qué hice, qué tan mal me he portado, qué daño he hecho para que me esté pasando esto. No sé quién es él y por qué me quiere hacer daño. Mientras, corro y corro, llorando tan desesperadamente que se me acaba el aliento. En frente a mi por fin alguien, es mucha gente… jadeando pido ayuda.
-Alguien que me ayude, por favor alguien, ayúdeme-
Miré hacia atrás después de un largo período de tiempo y ya no estaba. Traté de recuperar el aliento.
-Alguien me seguía… me seguían, ¿me escuchan? ¡Me seguían!
Con una sensación de miedo les pregunto.
-¿Me pueden ayudar? ¿Porque no me hablan? ¿Porque no responden? ¿Porque me quieren atrapar?
-¡Aaaaaahhhhh!- Grito-¡Suéltenme¡ ¡Aaaaaahhhh!- Grito nuevamente- ¿Vienen con él? ¿Están con él?
Mientras intentan atraparme corro.
-¡No podrán, les juro que no podrán, suéltenme! ¿Porque no puedo correr, que me hicieron… que me hicieron? Estoy muy cansado, mis piernas son más pesadas de lo que soporto, ya no las siento, jadeando se me cierran los ojos, pero no cederé… mis ojos… tengo la visión borrosa, me flaquean las piernas, caigo.
No sé cuánto tiempo ha pasado ¿Estaré muerto? No puedo mover las piernas y tampoco los brazos. Como puedo abro los ojos, alguien está frente a mí, veo borroso, mientras trato de distinguir quien es, noto que mis manos y piernas están atadas. De frente a mi rostro siguen mirándome pero no distingo. De a poco recupero la vista, sus facciones me parecen familiares, pero no lo escucho.
-¿Lo conozco?- Me pregunto- ¿Que me dice?
No entiendo que quiere decir, Ya le escucho, reconozco su rostro. Ya veo totalmente y también escucho. Entiendo que me dice, es mujer y escucho.
-Te amamos y no queremos hacerte esto, pero es necesario, por eso las píldoras. Mírame ¡Mírame!
¿Porque llora esa mujer?- Me pregunto.
-Hijo, mírame. Los médicos dicen que se llama esquizofrenia, y es para siempre, por eso las píldoras. Esto pasaría continuamente si no te medicamos. Nosotros no quisimos que pasara esto, pero será así para siempre… nunca… nunca, esperamos esto. Mi amor… hijo… te juro… entre sus sollozos la reconozco… mamá.
De eso ya va un año y sentado frente a la ventana dudo de las píldoras que tengo en el vaso.
-¿Y si no las tomo? ¿Si lo que vi es la realidad y vivo dentro de la mentira? Quizás estoy muerto y en el cielo… y esta es la píldora que me separa del infierno… ¿Y si este es el infierno? No estoy seguro… pero sea un edén o un jardín en llamas, cualquiera que sea la realidad, para mí… es el infierno.
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