... 25 de junio, era una bella tarde de principio de verano, el sol estaba por ocultarse no hacía frío, pero amenazaba lluvia, Nya salió a dar un paseo vespertino, llevaba una fresca blusa de seda, falda casual y zapatillas altas, su larga cabellera rojiza había sido cuidadosamente cepillada y acomodada debajo del sombrero veraniego de ala ancha; como siempre el libro bajo el brazo, llegó a un banco libre en el parque, se sentó y comenzó a leer a intermitencias, sentía soplar el viento en el rostro y de vez en cuando lo levantaba para disfrutar plenamente.
Una ráfaga consiguió arrancar el sombrero haciéndolo volar por encima de unos matorrales y través de un grupo de árboles próximos, Nya salió corriendo intentando atraparlo, finalmente el fugitivo se detuvo a los pies de un alto caballero, quién tomándolo en sus manos buscó alrededor con la vista, gratamente sorprendido sonrió al encontrar a la dueña.
- Es suyo? - preguntó
- s si, muchas gracias - apenas articuló Nya
- nos conocemos? -
- no ... no lo creo - contestó dudosa
Sin aviso la lluvia dejó caer toda su húmeda belleza, corrieron a buscar refugio, ella vivía muy cerca e instintivamente se dirigió a casa, él le seguía sin saber la razón; ella tropezó, él la tomó del brazo con firmeza, siguieron corriendo, las ropas empapadas, la blusa se señía, él libro se mojó, él sombrero chorreaba, llegaron a la puerta, Nya lo miró temblando, un poco de frío, un poco de incertidumbre, los ojos de él eran de un color oscuro, pero una mirada clara tras las gafas, la tomó suave por los hombros; sin saber porque la beso, sin saber porque Nya correspondió, un beso que duró eones en un instante, no hubo palabras, él le acarició la mejilla, ella cerró los ojos para que su imagen no escapada, él dio media vuelta y caminó lento, con miedo de mirar atrás y ya no poder alejarse nunca, ella le observó alejarse sin llamarle, temiendo que no le escuchara; la distancia los perdió...
Ambos pensando... quizá mañana...
Dust |