Llego a la plaza, la gente camina, sonríen, se toman de la mano, se abrazan, hablan... Y yo, sin ella. No hay más remedio, camino también, a los tres pasos me siento solo, sin ella. No sé qué hacer, todos me miran y saben que estoy solo, me digo, no te encorves, firme, sigue caminando, seguro de ti mismo, pero es inevitable, la extraño, camino pero no sé a dónde, no puedo dejar de pensar en ella, recuerdo tantas veces que caminamos juntos por ese lugar, recuerdo las risas, recuerdo los besos, los abrazos, recuerdo que con ella me sentía dueño del mundo, me sentía especial, feliz, de pronto dejo de caminar, estoy de pie en medio de aquella multitud que no deja de moverse, estoy sin ella, tengo ganas de llorar, no lo puedo demostrar, todos me verían. Reanudo mi paso y sigo caminando sin ella. |