A veces extraño a los trenes Y a la música en los oídos… A los besos muertos de frío, Entre manos y silencios Que se trepan por los cuellos. Como extraño el amarillo de las flores, Pegajosas como labios dormidos Borroneándome los sueños… No percibo… Si al veneno lo traes puesto, O lo llevo adosado en los recuerdos…
Texto agregado el 17-08-2004, y leído por 220 visitantes. (8 votos)