Notó que la parcela donde habitaba fue quedando encerrada y a su alrededor llena de casas, edificaciones de concreto y ladrillos color gris, parecía una isla entre tanto mar de cemento, hierros puestos en forma vertical y horizontal, las lotificaciones se multiplicaban como hormigas en la tierra, era de los que pensaron que ahí se quedaría y moriría, ya cargaba casi 6 décadas en sus espaldas y 5 de ser pastor, vio a un vecino que subía todas sus cosas en un camión y le dijo:
-¿Qué paso vecino para donde se va?-
-Ya vendí la parcela, me la compraron los que van a construir-le dijo.
-¡Ah! deberás, ¿Cuánto le dieron por ella?-le preguntó.
-Me la pagaron bien, debería de hacer lo mismo-le recalcó.
-Pero adonde me voy con las ovejas y las cabras-le dijo
-De lo que le den por la parcela puede ir a conseguir a otro lado-le respondió.
Era pastor de ovejas y cabras lo había hecho por años, siempre se adaptó a la forma de pastorear a la antigua, con su bastón de madera a media altura y formando una jota invertida, sus indumentarias y sandalias, las que siempre utilizaba para pastorear en las campos y lomas adyacentes a su parcela, se paró encima de una roca vio al horizonte y pensó:”quizás tenga razón el vecino ya casi no va a haber donde pastorear a mis ovejas y cabras”; se bajó de la roca, un joven que estaba parado en la entrada de la parcela le hacía señas para que se acercara, vestía un traje azul oscuro, corbata de seda, zapatos negros bien lustrados y de cuero fino, el cabello lo tenía lleno de laca el cual resplandecía con los rayos del sol, el pastor al acercarse hacia él le dijo:
-¿En qué le puedo ayudar joven?-
-Usted es el dueño de esta parcela-le dijo.
-Así es, ¿qué se le ofrece?-
-No lo estoy obligando, pero, ¿no está interesado en venderla?, ya casi todos sus vecinos lo hicieron-
-No lo sé, mire esta parcela tiene una vista espectacular, por eso me gusta mucho-
-Eso le da más valor-le dijo el joven.
-Pero, mis ovejas y cabras, ¿Qué hago con ellas?-
-Véndalas o reubíquese a donde les pueda dar más pasto y agua-le dijo
-No lo sé, ¿cuánto me va a dar?-le pregunto al joven.
El joven sacó de su folder una página tamaño carta y de su traje un lapicero resplandeciente de color amarillo, escribió una cantidad en la página y se la mostró al pastor.
-Ummm.. no lo sé, me parece poco, usted dijo que con la vista le daba más valor-le insistió.
El joven tachó la cantidad que había escrito en la página y puso otra cantidad más atractiva para el pastor.
-Así ya nos estamos entendiendo-le dijo al joven.
-Muy bien que le parece si empezamos el papeleo-
-¿No me va a dar el dinero ahorita?-preguntó el pastor.
-No le dijo el joven, hay que hacer unos papeles y firmarlos, si quiere me presta sus documentos para empezar el papeleo-
-Eso va a ser un problema, porque yo no tengo ningún documento-le dijo.
-¿No tiene documento de identidad, identificación tributaria, cuenta de banco?-
-No joven, no he necesitado eso nunca-
-No puede ser, ¿ni partida de nacimiento?-
-Eso creo que si allá donde nací, ¿entonces no se va a poder?-le insistió el pastor.
-Para todo hay solución pastor, menos para la muerte-le dijo.
El joven le dio unas direcciones y uno formatos para que los llenara, le mencionó que ahí era donde tenía que sacar su documento de identidad y en la otra dirección la identificación tributaria.
-Eso me va a llevar tiempo-le dijo el pastor.
-Ahora con la tecnología es se hace en un santiamén, además le voy a dar para los gastos de transporte y fotocopias-le dijo el joven.
El pastor se puso su camisa blanca dominguera, un pantalón oscuro, zapatos vulcanizados color negro un poco desgastados de los talones y salió rumbo a la ciudad a sacar los documentos, se subió en un pick up que lleva gente a la capital, se amontono como pudo, el camino fue tedioso y el sol abrasador lo puso algo colorado de la cara. Al llegar al edificio donde obtendría el documento de identidad notó una fila larga de personas y se ubico en ella, era el último de la fila. Una persona encargada y que orientaba a las personas sobre el llenado de la forma, al llegar donde el pastor lo vio y le dijo que no había puesto su ocupación, el pastor le menciono que no sabía que poner en esa casilla.
-¿A qué se dedica usted?-le preguntó la persona encargada.
-Soy pastor-le dijo
-Entonces eso ponga ahí en la casilla-
-Muy bien si usted lo dice-
La persona encargada notó que él puso “pastor” en la casilla, ésta con astucia y que no notarán las demás personas de la fila, lo llamó y le dijo:”acompáñeme pastor, lo voy a pasar más adelante, pero no haga bulla o diga que lo pase antes”. El pastor se sentó en unas sillas plásticas color blanco, cinco personas estaban antes que él, cuándo le tocó su turno lo pasaron hacia un escritorio, frente a este una señora con una computadora, le dijo:
-Siéntese, le voy a revisar la forma-
La señora revisó la forma y notó que en la copia no había puesto la ocupación de pastor.
-Llene la casilla de la copia con la misma ocupación que puso en la original-le dijo.
El pastor puso lo mismo que había puesto en la original y se la entregó a la señora, ésta introdujo los datos en la computadora y le preguntó:
-¿De qué denominación es usted señor pastor?-
-Perdón, no le entiendo lo que me quiere decir-le dijo el pastor.
-¿Sí de que denominación: católico, evangélico, adventista, mormón, testigo, de qué?-
-No seño, yo solo oriento y pastoreo a mis ovejas-le respondió.
-Si es un hombre humilde y bendecido por el señor-le dijo.
El pastor pensó que se refería al señor o joven que le quería comprar la parcela, la señora le dijo que pasara al siguiente escritorio, ahí le tomarían la foto y le entregarían el documento de identidad. Lo sentaron en otra silla de plástico y le tomaron la foto, esperó un poco para que le entregaran el documento de identidad. Una señora lo llamó por su nombre y le dijo:
-Acá esta su documento de identidad, veo que es pastor-
-Así es señora, a eso me dedicó-le contestó.
-Si no fuera molestia, señor pastor, podría orar por mi esposo fíjese que el muy bandido no deja de tomar, todos los días llega borracho a la casa, hágame el favor-
-Seño pero… es que yo solo pastoreo ovejas-le dijo.
-Por eso, él es una oveja descarriada, ore por él-
-Bueno hare lo que pueda o que tome leche de cabra en ayunas, a mi me sirve para dejar de beber otras cosas-le dijo.
Salió el pastor con su documento de identidad y se dirigió al otro lado de la capital en un edificio de 5 plantas obtendría su identificación tributaria, al entrar un seguridad lo registró y le dijo: ”tome un número, espere a que lo llamen”. Un señor muy elegante y educado le preguntó:
-¿Qué número tiene usted?
-Me tocó el 174-le dijo.
-No se preocupe ya vamos a pasar, ¿la identificación tributaria viene a sacar?-le preguntó.
-Sí, la necesito para una venta-
-Que bien ¿pero ya llenó la forma?-
-No, todavía no-
-Tome acá esta una, yo traía dos, por si acaso-le dijo el señor.
El pastor llenó la forma, en esta solicitaba el número de identidad, como no sabía dónde estaba el número, le preguntó al señor que tenia a la par, ¿dónde está el número en este documento, señor?
-Es este, el de la esquina superior derecha, ese número ponga en la forma, no se le olvide llenar la casilla de la ocupación-le dijo.
-Sí es cierto, igual me pasó con el llenado de la forma anterior, pastor, voy a poner-
-¿Usted es pastor?-le preguntó el señor.
-Si a eso me dedico a pastorear ovejas-
-Mire que casualidad, yo también soy pastor-
-¿De cuales pastorea?-
-Yo orientó y pastoreo feligreses-le dijo el señor.
-Esas no las conozco, yo solo tengo cabras y ovejas-
-Si es bíblico para hablar, pastor, a propósito ¿Cuántos feligreses tiene en su rebaño?-le preguntó el señor.
-Pues no sé, serán alrededor de 50 o 60-le dijo.
-¡Ahh!, es un rebaño pequeño, por eso se ve que no lo ha bendecido mucho es señor-le dijo.
-Yo tengo una feligresía grande, míreme pues a mí si me ha bendecido el señor-
-Se le nota-le dijo el pastor.
-¿Y eso le alcanza para sobrevivir y llevar su ocupación?-le preguntó el señor.
-Pues si me dan todo la leche, carne, queso-
-Esas son ofrendas-le dijo el señor.
-Pero de lo que más gano es de la lana que saco de las ovejas-
-¡Hermano! No lo llame así, le interrumpió el señor, se llaman diezmos-
-Pues yo lo llamo lana y ese es mi mayor ingreso-
El señor se levantó de su silla y le dijo al pastor que era su turno, el pastor observó que el señor fue atendido y despachado muy rápido, este se acercó donde él y le dijo:
-Con disimulo váyase allá en el escritorio numero 11, ahí la hermana lo va a atender y le hará rápido el trámite-
-Muchas gracias-le dijo el pastor.
El pastor obtuvo sus documentos, en un par de días el joven que le quería comprar su parcela lo visitó y le dijo: ¿sacó los documentos, que le dije?
-Sí acá están, me ayudaron varias personas a obtenerlos-le dijo
-Se me hace que usted las ha de poder y no me quiso decir-le comento el joven.
Bueno pasado mañana vengo para que los firme y a la vez le traigo su dinero. El pastor se dio a la tarea de mudarse, ya había encontrado un terreno al norte de la ciudad, contrató un camión para llevar sus ovejas, cabras así como todos sus cosas, una vez cargado el camión salieron rumbo al norte, observó que unas personas se acercaron a donde antes era su parcela con cintas de medición y unos instrumentos para medir el terreno, le dijo al motorista del camión que parara y que lo esperara un momento, se bajó y les preguntó a las personas que estaban midiendo el terreno:
-¿Por qué están midiendo esta parcela?-
-Nos contrataron para medirla nada mas, vamos a sacar las medidas exactas-le dijeron.
De repente de una camioneta todo terreno un señor muy elegante de saco y corbata se bajó de la misma, observó el terreno y dijo:
-Que buena compra hice y que vista más maravillosa tiene también-
El pastor se acercó donde el señor y le dijo que él había sido el dueño de ese terreno y le preguntó:
-¿Qué van a realizar en este terreno, señor?-
-Vamos a construir una iglesia para orientar y pastorear a nuestros feligreses, el señor nos ha bendecido con este terreno y acá se construirá la iglesia La Luz del Camino, está invitado a asistir-le dijo.
-No gracias le dijo el pastor, yo me dedico a pastorear ovejas y cabras-
El pastor se retiró del terreno se subió al camión que llevaba sus cabras y ovejas, pensó, meditó un poco y le dijo al motorista del camión: “quizás he estado confundido de ocupación, yo quiero ser como esos pastores”.
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