Se acercaba su muerte, ¡quiso despertar! pero solo eran espasmos, un último hilo de esparanza que le aferraba a la vida, intentó incorporarse, lo consiguió, vio mucha gente a su alrededor, ella les hablaba, ella les gritaba, ¡les empujaba! terminó por odiarles, por maldecir, ella que nunca había dicho nada mas alto que el resto.

Decidió marcharse, fue andando hasta su casa, entro por la lóbrega puerta, no olia a nada, entró en su cuarto, no había nadie, entro en el salón; solo fotos en una mesa redonda, recuerdos, momentos que pasaron, que ahora veia tan lejanos como eso; solo recuerdos. Miró al techo, la lámpara estaba apagada, la encendió, de pronto una puerta se abrio en el pasillo, alguien entro, observó a su hijo, de pie, en la entrada, se acercó a donde estaba ella que le tendió los brazos sonriendo, él se limitó a apagar la luz, agachó la cabeza, entre cerró los ojos de nuevo y volvió a su dormitorio.

De pronto sonó el teléfono, ella se estremeció, sabía que llamada era, de nuevo su hijo entró en la habitación, ella le suplicó que no lo cogiera, le gritó, se tiro de rodillas ante él implorando, él descolgó, ella escucho lo que él decía.

-si?
-...
-no, no está, está trabajando
-...
-su hijo
-...
-como??
-...
no puede ser...

Colgó, lentamente clavó la rodillas en el suelo, en su mirada se denotaba el desconcierto, en sus manos el miedo, en sus llorosos ojos el dolor. Ella se le acercó, se arrodillo a su lado, puso su mano sobre la de él y por fin sintió algo, sintió pena, sintió dolor, sintió angustia, sintió rabia!! vio miles de recuerdos en ese momento; lo malos y los buenos. Recordó los primeros pasos, recordó los primeros besos, la primera brisa marina, su rimer cigarro, su primera vez, el parto de su hijo, sintió... sintió que una lágrima se le derraba por la mejilla, la pequeña gota le resbaló hasta caer en la mano de su hijo, que con la cara blanca se puso rapidamente de pie, miró al vacío y no hallo nada.
porque ella ahora solo era eso: nada. Ella ya solo viviría en recuerdos, como una foto en la mesa y como una lágrima, saliendo de vez en cuando y volviendo al rato al mundo de los recuerdos.

16 - 08 - 2004 [Dedicado a esas personas que mantenemos vivas, aunque ya no lo estén, dentro de nuestros recuerdos]