La lejana montaña azul parece
Inclinarse bajo los rayos de la Luna,
El brillo se va difuminando a la distancia.
Un olor a incienso llega hasta mi ventana
Todo está sumido en una profunda quietud.
Dejo a un lado mis libros y mis escritos,
Abro de par en par la ventana,
Y mágicamente, de alguna parte del Universo
Retorna a mí la inspiración que había perdido.
Texto agregado el 16-08-2013, y leído por 138
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Lectores Opinan
16-08-2013
Qué buen texto! A veces el paisaje reclama nuestro interior dormido. Saludos! ANTEELTECLADO