Me encanta escribir. Suelo sumergirme en las historias que invento para escapar de la realidad. De esa manera evito perder el control de mis emociones. Elijo ser heroína o malvada, según mis estados de ánimo.
Hace unos meses creé un personaje interesante. Tiene los ojos azules y me hace sentir especial. En sus ratos libres converso con él, le confío secretos que nunca antes había confesado a nadie y hasta me he atrevido a adjudicarle características que se acomodan perfectamente a mis propios anhelos.
Hemos pasado momentos inolvidables juntos.
No olvido intercalar alguna discusión de vez en cuando para hacer más gratificante la relación cuando surgen las reconciliaciones.
Elaboro mentiras todo el tiempo y me divierto al transformarlo en un mitómano perfecto.
La historia incluye una esposa celosa, la típica madre autoritaria, hijos, amigos y mascota.
Últimamente he notado que no es sencillo continuar este cuento.
Ignoro cómo darle color antes de que se convierta en alguien gris.. Pienso en un giro sorpresivo, y si es posible, original. Pero aún no encuentro ninguna opción que me satisfaga.
He decidido pedirle ayuda. Después de todo, estoy segura de que el personaje que inventé es capaz de elucubrar los desenlaces más imprevistos.