El vapor saliendo de la ducha, la rejilla de la ventana pequeña del baño ya parecía más una chimenea… la dulce y esbelta figura de aquella mujer se vislumbraba por aquellos vitrales. Ella como toda persona en su vida, estaba enamorada, y como tal vez… la gran mayoría también decepcionada del amor; lentamente se alejó de la cascada artificial, cabizbaja deslizo su mano por su abdomen.
-No estas-
Dijo mientras su cabeza encontraba reposo en la pared de azulejo, sus pensamientos internados en las inverosimilitudes de un sueño que pudo ser. Los sentimientos dibujaron en su rostro la cosa mas doliente y hermosa a la vez del ser humano, estaba llorando y cada lagrima que emanaba le dolía como una puñalada… no podía mas el pecho la estaba ahogando, su mano se deslizo por el azulejo mientras la otra posándose sobre su cara tratando de soportar la carga de sus lagrimas, no pudo más, termino cayendo sobre sus rodillas al suelo.

No iría a trabajar hoy, no hoy no… se recostó sobre su cama, sus ojos ya estaban cansados de llorar, se durmió al poco rato. Un viento cálido entro por la ventana haciendo bailar lento a las cortinas blancas de seda que había comprado hace un par de semanas, el incansable cortejo del viento con aquella habitación… un acto que sin duda no estamos para disfrutarlo, era un hermoso jueves por la mañana.
-No… espera… espérame… - el espacio fue interrumpido por aquella mujer recostada en esa habitación
-No lo haga, por favor… no entiende… por favor-
Abrió los ojos y se dio cuenta de que hablo dormida… se sintió estúpida, miro hacia la derecha y por la ventana vio el precioso bosque allá a lo lejos; fue a la cocina por un poco de café, agarro su celular y vio que tenía un mensaje de voz:
“Autopista… 3… ven… te necesito… ven”
La voz le era tan familiar que juraría que era Felipe, su novio, por así decirlo… no estaba tan segura, tampoco estaba identificado el número. No lo pensó más, aun con los shorts y el camisón que traía puestos, solo se puso un buzo verde deportivo y un suéter azul, salió disparada… se olvido sus llaves, [no importa, no importa luego le pediré al administrador que lo abra] pensó.

Corrió hacia el frente del edifico, donde se encontraba su auto… lo encendió a toda prisa… llego afueras del distrito 3 a la autopista de salida, apenas entro al bosque vio un auto negro, lujoso parado… se detuvo… vio que no había nadie, pero mientras trataba de ver mas a fondo el auto, vio por la ventana que en el bosque había alguien… era un hombre con un arma. Su mente solo pensó en corre… el hombre se acercaba y su auto quedo fuera de alcance, corrió hacia el lado opuesto del bosque… mientras lo hacia la niebla crecía, se paro cerca al rió, empezaba a llover… no sabia porque, pero sintió como si el lugar estuviera llorando.
-yo también lo siento-
Dijo un joven que se encontraba sentado sobre una roca al borde del rió.
-su llanto-
Volvió a decir.
-sígueme nos esperan-
Y camino hacia la niebla
-No… espera… espérame-
Dijo ella mientras trato de seguir su sombra a través de la niebla. No sabia porque lo hacia… pero sabia que debía hacerlo.