Lóbrega noche Que te desases en mis manos Que me destrozas las yemas de los dedos Con el vibrar de las estrellas. Y la Luna, la copa rota. -nuestra copa rota- El sorbo del embriagado beso Quedado en aquel adiós llamado alfombra Y tus manos, las pequeñas insaciables. Me desprenden la mente -diáspora del alma- Y juegan a hacer las creadoras De cristales y labios -solo juegan- Y tus ojos destrozan lo único Que me queda: Una copa rota. El Mesiaz.
Texto agregado el 13-08-2013, y leído por 205 visitantes. (4 votos)