(La que sigue es una historia que me contaron hace algunos días)


Hombre de convicciones, se vanagloriaba de su ateísmo, creía que absolutamente todo a nuestro derredor era producto simplemente de la Madre Naturaleza.
Tomaba caminatas por los bosques admirando la 'grandeza natural' como la lógica lo indicaba.
Cierto atardecer cuando el sol ya se ponía y la luna llena tempranera se mostraba en su esplendor, llegando a un recodo del camino, al dar la vuelta se vio de pronto ante tres pares de ojos verdosos-amarillentos y amenazadores tras de los cuales se distinguían las siluetas de tres enormes lobos negros.
Era un sueño tratar de afrontarlos y salir victorioso y tomó la única alternativa que le quedaba: correr, huir y tratar de escapar. Vano intento ¿Correr con más rapidez que tres lobos hambrientos? En cosa de escasos segundos se encontraba de espaldas en el suelo con las terribles cabezas de los lobos: filosos y blancos colmillos expuestos, ligosas babas colgando, gruñidos amenazadores y aquellos terribles ojos.
-!Dios mío!- Gritó en su desesperación el hombre !Dios mío!
En ese instante los lobos quedaron inmóviles y se escuchó una voz celestial:
-Toda tu vida has negado mi existencia y en este momento, en tu desesperación pretendes la conversión?-
Por un momento el ateo titubeó para luego decir:
-Pretender hacerlo ahora sería una gran hipocrecía de mi parte pero...¿No sería posible hacer a los lobos cristianos?-
-Así sea- Dijo la voz.
Al instante el terrible fulgor salvaje desapareció de los ojos de las fieras y lo vieron con una mirada casi dulce. Los tres cerraron sus horribles bocas y se sentaron alrededor del hombre.
Después de un momento el lobo alfa del grupo extendió sus patas en alto y sus compañeros hicieron lo mismo haciendo contacto como unidos. El lobo jefe rezó entonces:
-Señor, por tu bondad y generosidad te agradecemos que nos otorgues el poder comer este alimento que nos ofreces.
¡¡¡AUUUUU....AUUUU...AUUUU!!!! los tres lobos aullaron y.......

(Dedicado a nuestro aullante amigo YAR)