El Ángel de Inés
Ha bajado el sol y recién parece despertar Inés, a sacado los pies de su cama y se ha lanzado frenéticamente al frío de su casa corriendo para hacer sus tareas domésticas y laborales pendientes, corre contra el tiempo y lo único que quiere es terminar pronto, apenas y cumple con los quehaceres básicos y se siente culpable por ello, finalmente ha terminado, y el día acaba se siente agotada y vacía ha sido un día perdido sin ninguna satisfacción espiritual.
Después de largos días en ese estado se encuentra obligada a salir de su casa recorre la ciudad, entre mucha gente, con caras diferentes gestos amables agresivos e indiferentes piensa mientras camina ¿porque somos tantos seres humanos? Nunca los conoceré a todos, nunca compartiremos, ¿cuantos de todos ellos serán especiales y tendré afinidad o no? ¿Que sentido tiene ser tantos? ¿Cuál es nuestro propósito? Es sólo ser individuales o buscar nuestros objetivos en conjunto. Así reflexiona mientras corre por las escaleras del metro, llega a su lugar de destino, a veces desea encontrar a alguien con quien hablar mientras espera ser atendida en lugares donde la atención es lenta, sigue así pensando mil cosas a la vez y nada en definitiva.
Ansiosa como siempre espera le resulte todo bien aunque tiene miedo pues, no sabe con quién se enfrentará y si logrará que entiendan lo que ella necesita para ello suele darse una vuelta muy grande explicando detalladamente lo que necesita porque motivos y para que fines pero eso generalmente suele ser peor parece estar suplicando ayuda y finalmente el funcionario público o no entiende nada con tanta palabrería o siente que no tiene porque ayudar, sin embargo cuando ha logrado conectar con el otro le funciona muy bien hacer partícipe a los demás de sus asuntos.
Así vive su vida entre el encierro y el mundo nerviosa y miedosa, se oculta siempre en una sonrisa y siempre parece muy tranquila y paciente.
Sin embargo está cansada aburrida y tiene ganas de explotar pero no sabe cómo, está descubriendo o redescubriendo su antiguo escape que consiste en escribir, pero es como si se hubiera muerto esa habilidad en ella está vacía y no tiene inspiración.
Siempre acompañan su vida personajes a quienes ama, entre ellos el más importante para ella es su hija Rocío, a quien ella admira mucho y ha querido criar como su antagonista, fuerte decidida con mucha autoestima y segura de sí misma, cree que lo está haciendo bien y le gusta mucho compartir con ella, pero últimamente ha estado tan irritable que no está disfrutando esos momentos algo le impide pasarlo bien con ella y con su marido Santiago.
A tirones se saca a sí misma cada día de su cama tiene una buena amiga que intuye sus malos momentos y la saca de esa inercia, Inés disfruta de su compañía y siente que todo está bien y sus razonamientos son los correctos, pero llega el momento de poner todo en acción y se queda nuevamente sin hacer nada o apenas un poco.
Así comenzó a crear fantasías en su mente buscando llegar a la felicidad, imaginando cuál sería su trabajo perfecto sus actividades satisfactorias llegó a la escritura, comenzó a escribir cada día las ideas locas que tenía durante el día las preguntas sin respuesta que se hacía los momentos desagradables y los felices.
Desde ese momento se dedicó a observar, muchas veces se aburría enormemente, pues veía cosas que ni le interesaban, pero quizá le servirían para lo que pretendía escribir.
De esta forma conoció a Matías un personaje de su literatura, que era un ángel que era capaz de comprender lo que le pasaba a la gente comprendía exactamente lo que les pasaba y cuál era la respuesta que necesitaban, aun que no podía dárselas tan fácilmente pues no era la forma, pero con su sola presencia ya entregaba paz y quietud a toda alma inquieta y atormentada, Matías comenzó a acompañarla a diario, en sus quehaceres era quien le recordaba a que debía prestar atención y a que no.
Matías, se lo imaginaba ella como un hombre joven alto, de tés blanca cabello negro y ojos oscuros y profundos su rostro mostraba para ella la comprensión, era su única alternativa de conseguir ayuda, sin críticas porque ya bastante se criticaba ella misma.
La historia de Inés y su Ángel Matías, era hasta ese momento muy buena ella podía escapar de sus tormentos y sentirse muy cómoda con él relajarse, comentarle en sus escrituras lo que pensaba y le sucedía él era el único que comprendía y con quien se conectaba mágicamente, así fue alejándose de sus amigos y de su familia, cada vez le interesaban menos los demás, las cosas que hacer, sólo se cerró en sus pensamientos, Matías era su mejor compañía, pero sólo estaba en su cabeza y se fue aislando cada vez más.
Este Ángel no le había dicho a Inés cual era su misión en este mundo y porque se le apareció a ella, sólo la acompañaba día y noche y le hacía sentir bien, Matías en realidad no era bueno y tenía la capacidad de complacer a su víctima, Matías quería llevarse a Inés quería robarle su vida, y así un día en que ella ya no reconocía a nadie ni siquiera a su familia él se llevó su alma y al percatarse Inés de esto ya nada podía hacer, ya no podía volver a vivir ya había perdido esa chispa y sólo se quedó contemplando sin ninguna emoción Matías se había llevado todo .
Autor: Karen Sandoval
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