No lloraré tu marcha, ruta esquiva,
te dejaré seguir sin más quebranto;
veré tus pasos libres mientras tanto
apagar sin piedad mi risa altiva.
Y volveré a sembrar, porque es bonito
regar de madrugada los retoños;
cosecharé los brotes de mi otoño
para que crezcan hasta el infinito
.
Llegarán a mi puerta compradores
a quienes satisfagan los olores
del hermoso jardín que nunca amaste.
Yo llenaré mis tardes con más flores
que se muestren al sol con sus colores.
Y olvidaré que tú me despreciaste.
Texto agregado el 08-08-2013, y leído por 254
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Lectores Opinan
30-08-2013
Vos como tus flores siempre mirando al cielo. Una maravillosa manera de pararse frente a la vida. cta
15-08-2013
Tus flores, presentes siempre en todo lo que escribes. Te leo y quisiera conocer tu jardín. Hasta en tu nombre está presente una flor.+++++ crazymouse
13-08-2013
Expresiva canciòn del alma sentimental duqueuviedo
13-08-2013
Lo bello del soneto, y lo que admiro....es que refleja el estilo de ti misma...teniendo la sutileza de un lirio...no dura su desprecio ni una grisma...y conservas tu orgullo muy altivo. za-lac-fay33
12-08-2013
Me encantó tu poema, es muy hermoso lo que dices. ludmilamar36
12-08-2013
Quién despreciaría un jardín y una jardinera así? No me lo imagino. Pero es grato que su torpeza haya dado lugar a este hermoso soneto. Saludos felipeargenti