Música que acaricia mi alma,
sale de mis oídos
el murmullo, los tonos
van entonando una melodía
de paz y tranquilidad.

La más romántica de todos los románticos
es mi música,
es una poesía en versos,
me hace verme a mi mismo,
vibrante en todo ser
con la templanza viva
en el interior.

Voces de ángeles
postrándose en el corazón
reanimando así las rimas,
dependen del ritmo
impecable y suave.

La música
que siento es temblor,
la presiento desde lo más profundo
sin dejarla ir,
me dejo atrapar de ella
y más ella en mí, sembrada queda.

Amo a mi música,
la que me contagia
con su reluciente
y alumbrante esencia
penetrando mis pensamientos
como un aliento de vida inagotable.