Demasiadas vueltas a la hormigonera, capataz... ¿ Dónde está mi cuello... dónde están mis piernas...? ¡¡ Dónde está mi botella !! Ni siquiera el arquitecto es dueño de la obra, arquitectónica. Pero acaso la bola de derribo, ¿no lo es de su destrucción? Si yo no he tocado ningún botón... ¡¡ palabra !!
Texto agregado el 07-08-2013, y leído por 284 visitantes. (4 votos)