Mientras miraba aquel suelo las rayas trazadas sobre
la baldosa, parecían desdibujadas por el paso del tiempo.
Si me tapaba un ojo y el otro lo dejaba abierto, podía
imaginar como quedaría un lápiz oscuro, pasando por
el alineado de aquel suelo ya desgastado por el paso del tiempo.

El bosquejo de aquel trazado hecho a carbonilla daba un aire
profundo a aquella expresión tan bien lograda.
Esos pómulos, esos ojos rasgados, esa nariz tan marcada.
Aquel día era insulso, la máquina de hacer café no funcionaba
y el aburrimiento, llenaba la oficina de miles de sonidos..
dedos tecleando un ordenador, bolis tambolireando una mesa.
Persianas que se suben y bajan puertas que se abren y cierran.
El ruido del ascensor al fondo, voces, murmullos, ruidos de pasos.


Siempre la tenia en mi cabeza...¿ Pero no sabia el porqué?.
Al salir de la oficina llevaba el dibujo en una carpeta grande.
Con las prisas alguien se rozó conmigo y calló al suelo.
Todos pasaron por encima de aquel boceto pisoteandolo
El dibujo quedó irreconocible, todo el rostro
quedó borroso, sin una pizca de expresividad.


Intenté volver a crearlo pero ya no pudo ser,pero siempre
que algún rostro llamaba mi atención, lo pintaba.
Daba igual que lo viera sin actividad ò en movimiento.
si resbalaba ò posaba, o simplemente pensaba.
Mi vecina quiso que la retratarà, el dia de su boda.
Ella quiso que la dibujarà tan bella como a la otra mujer.
La pregunté... Qué mujer?.
Y entonces me acorde de aquel bosquejo hecho
a carboncillo, de aquel rostro tan bello, y de donde
salio aquella imagen de mujer, la pintè en su boda.
Su rostro tan bello y feliz me impresiono, en su mirada
había verdeadera luz y felicidad, y un halo de belleza espiritual.
Seguí creando bocetos atrapando expresiones y dibujando
en mi cuaderno, solo cuando la expresión de un rostro
llamaba mi atención y esto podía pasar en cualquier momento.

Aquel día dejé el coche en taller y decidí volver a casa en metro.
Y allí en aquel vagón volví a ver aquel rostro perfecto y lleno
de luz, era aquella mujer de la boda, esta vez con bastantes
años de mas, sus ojos estaban hundidos y asolaba una
gran pena, en aquella mirada triste, y llena de soledad.

Volví a coger el cuaderno de dibujo y a dibujar.
Pero no pude dibujar aquella cara llena de pena.
De mi lápiz solo salia la mirada de aquella mujer en el día
de su boda, su rostro lleno de luz su mirada limpia llena
de alegría y felicidad, a cada trazo, que daba cobraba vida
sus ojos que se hacían mas rasgados y expresivos si cabe
que en el primer dibujo que hice de ella,

Cuando terminé le ofrecí mi retrato y ella cambió de expresión.
¡¡Si soy yo de joven!!
-Exclamo aquella bella mujer.
La conté como se me quedó grabada su imagen aquel día.
Y que al verla de nuevo no pude evitar volverla a pintar.
-Ella me dijo pero..
..¡¡ como se acuerda despuès tanto tiempo!!
ahora ya no soy aquella mujer mi rostro cambió con el
Paso del tiempo mi apariencia mis ojos, mi piel, ya no es la misma.


Y yo le conteste, para mi usted es solo ese rostro lleno
de luz, felicidad y alegría, por eso la pinté.
Y ella me dijo gracias ya no me acordaba de como era.
No me miro hace tiempo en los espejos.
Pero ahora gracias a usted, siempre recordarè aquel día
no como el día de mi mayor error, pues aquel hombre
destrozó mi vida, sino como el día en que fui feliz y alguien
vio en mi todo lo que yo era, sentía, y llevaba dentro.

Y diciendo esto se despidió de mi y volví a perder
aquel rostro una vez más, pero esta vez no fue borrado
por una manada de pisadas esta vez recupero su luz
al menos por algunos instantes ella volvió a ser
la mujer que yo un día pinté.