te siento temblar contra mí
y un cielo de llamas,
de fuego, entran por mis poros,
y dibujo tu sonrisa con mis dedos
por tu espalda,
y con todas esas ganas infinitas
de que me susurres bajo
hoy puedo ahogar el dolor en tu voz
soñandonos mutuamente,
en la lejanía,
encendiendo
la pólvora mojada
Texto agregado el 06-08-2013, y leído por 111
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