Quiero que te alimentes de mis despojos, de mi sangre seca, del polvo de mis huesos.
Quiero que conquistes mis ruinas huecas, mis ojos rojos, mis fríos besos.
Quiero ser el cadáver que perturba tus sueños, que te afianza a la tierra;
quien destierra los egos, quien marchita las penas, quien se aferra, quien se aterra.
Y quiero ser todas las muertes de tu muerte, y los fracasos, la condena;
Y quiero ser indigno, y quiero ser faena, y quiero ser maligno, mala suerte.
Toma todas mis vergüenzas, hazlas tuyas; que sean tu baluarte, tus murallas, tus promesas. Sacúdete esos besos, amor, pon bajo mi almohada tus deshonrosos huesos. |