mírame, soy yo detrás de esta cortina,
envuelta en las lúgubres caricias heladas del viento,
mentes absurdas me susurran maldiciones,
gente asolada por la desventaja del odio
solo pido un ser sincero
pero en el abismo caen aquellos que solían ser los vivos,
llorar es sofocante especialmente cuando no cura las heridas,
noche tras noche me pregunto, por que me ha dejado vivir el cielo
¿por qué cuando hay mas frío duele mas?
la soledad es una dura espina clavada en mi alma
el alma que se suponía cuidaría
mi compañía absuelta de toda culpa
la bella nada que llena mi cuerpo
perdida en esta soledad, solo tengo nada
y el tiempo se ha vuelto mi fiel compañia.