Las puertas
Las puertas significan muchas cosas,
tantas que a veces se convierten en metáfora de otras más,
y tienen diversos usos y características,
es así como existen puertas blancas,
negras, de colores, puertas de la oportunidad,
puertas estrechas, puertas amplias o puertas del poder.
Se puede estar a las puertas de la muerte si nos enfermamos,
la gente creativa se encuentran en el quicio de las puertas de la imaginación
o entran a ese mundo con mucha frecuencia.
Cuando alguien se encuentra próximo a obtener el poder,
se dice que se encuentra en las puertas del palacio de gobierno,
hay puertas de entrada, otras de salida,
puertas de baño, otras de coche,
puertas de cabina o de caja fuerte,
puertas débiles, sensibles, ruidosas, despintadas,
y otras hermosas, resistentes, protectoras o simplemente simbólicas,
Cuando una persona se enferma,
se comenta que esta en las puertas del dolor,
Hay puertas para interiores, otras para exteriores,
puertas del éxito o puertas de la felicidad.
Si eres bien recibido en algún lugar,
se dice que te abrieron las puertas de esa casa,
organización o país.
Hay puertas del amor, otras de gloria.
Las fronteras son las puertas de una ciudad o de un país.
Según nuestro comportamiento,
se nos abren las puertas del cielo o las del infierno,
Hay puertas horizontales, verticales o sencillamente corredizas.
Cuando alguien pierde sus facultades mentales.
se dice que esta en las puertas de la demencia o de la esquizofrenia,
pero si su inteligencia se ha modificado en forma positiva,
es frecuente decir que se encuentra en las puertas del conocimiento
o que ya traspaso el umbral de esa puerta.
Cuando nos va mal con alguien o en alguna organización,
esa persona o esa entidad nos cierran sus puertas.
Por eso existen las puertas abiertas o bien cerradas.
Por eso siempre es bueno dejar las puertas bien abiertas,
por si tenemos que volver a ese lugar.
Hay puertas en las que solamente tienen acceso los hombres,
y otras en las cuales solo pueden pasar las mujeres.
Hay puertas que pueden ser usadas de manera indistinta,
tanto por hombres como por mujeres.
Una puerta como esas me acerco a ti.
Una puerta se encontraba entre tu y yo y al abrirla,
ambos pudimos conocernos, sentirnos el uno al otro,
y gracias a esa puerta ahora estamos juntos.
Existen puertas bondadosas o puertas malignas,
puertas que nos ayudan o nos perjudican.
Mi experiencia con las puertas es muy buena,
pues gracias a ellas te tengo a ti.
En 1974, hace 39 años yo me encontraba estudiando en la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México y pertenecía a un grupo cultural denominado “Serendipity”. Como este grupo tenía como meta llevar a cabo actividades socioculturales era necesario realizar la difusión de las mismas, pero como no había suficiente presupuesto para elaborar volantes o anuncios, una de mis tareas era pasar de salón en salón por toda la Facultad anunciando la actividad que se realizaría un poco más tarde ese día.
Al tratar de abrir la puerta de un salón giramos la perilla al mismo tiempo ella y yo, ella para salir y yo para entrar, la puerta estaba en medio de nosotros, finalmente alguien cedió (¿o a caso fuimos ambos al mismo tiempo?) y la puerta cumplió su función y se abrió solo para que nos conociéramos. A partir de esa fecha estamos juntos, buscando en pareja abrir nuevas puertas que nos permitan lograr que nuestra familia siga unida, que se abran nuevas oportunidades en nuestras vidas, que exista una mejor convivencia entre nosotros y que nos mantengamos siempre unidos.
Hay puertas de diferentes tipos y tipos agradecidos como yo.
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