MI REFRIGERIO CON VIEJAS GLORIAS
Al percatar la mesa de añosos comensales,
( catorce son femíneas y sólo dos varones),
De hembras que han catado tantos bienes y males,
Corazones canosos, ancianos corazones,
Se me vuelca en la mente que somos tan mortales,
Con el morral ahíto de grandes tropezones,
Temiendo bacinillas y castos orinales,
Compadres de la Parca, hacia negras regiones…
¡Oh la gloria del mundo, cuán presto es ya finita,
Oh hermosura que en “ellas”, ya te has vuelto marchita,
Oh lágrima traidora, que de mis ojos brota…
Juventud añorada, que te has ido lejana…
Inmerso en triste noche, se alejó mi mañana,
Que, en aras del destino, se humilla en su derrota!...
1 agosto 2013.- EMILIO.
|