Miles caminan junto a mí, procurando juntar el cielo con la tierra.
Las figuras se recortan contra el pavimento.
Los amos de la ilusión comienzan a comprender que la victoria no es suya y que el mundo no les pertenece.
Mis poemas aparecen como decretos inclaudicables.
Yo soy engullido por el tráfico, y degenerado por el
ruido.
Pero aún estoy vivo.
Texto agregado el 16-08-2004, y leído por 264
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Lectores Opinan
16-08-2004
muy urbano.... actual ya no del ser humano sino del ser urbano...el nuevo homo sapiens cibernetico y gris placebo
16-08-2004
A pesar de todo vivo (¿feliz o lamentablemente?, me dejas esa duda). Interesante texto. musquy
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