Hola amigo,
Buenos días... ayer, leyendo la correspondencia con mis amigos, me encontré con tu pequeña frase y me “inspiraste” de alguna forma, para animarme a escribirte estas cortas líneas, que sin ninguna intensión, ni buena ni mala, pretenden solamente acercarme un poco a ti y “concordarme” contigo. Desconociendo completamente los motivos de tu pérdida me atrevo a decir que tengo unas llaves que ayudan contra la frustración y el dolor que causa la pérdida. Conociendo a fondo todo el sentimiento que acarrea cualquier tipo de pérdida, demasiadas veces creemos que solitos y sin mayor ayuda podemos recuperarnos, pero no es así. Necesitamos de estas llaves. Lamentablemente mis llaves solo sirven en mis cerraduras, pero eventualmente han servido a otras personas a forjar sus propias llaves y a crear sus propias cerraduras.
La primera, pero no por eso la más importante, es la fe (y no me refiero a esa cuestión religiosa que por cierto va exactamente en contra de la fe que yo propongo). La fe a la que me refiero es esa sustancia indeleble e incorpórea llamada recuerdo. Esa esencia mágica que me permite en cada momento cuando yo lo requiero o lo necesito, recordar todos los instantes, personas, momentos y cualquier cosa que me haga sonreír en todo momento y sentirme de nuevo cerca de aquello o aquellos a los que he perdido y no para sentirme de nuevo mal, sino para saber que alguna vez estuvieron conmigo. ¿Qué es “tener”?¿Significa acaso “amarrar”, “esclavizar”, “atrapar” y no soltar y dejar libre?¿Tener será lo mismo que “mantener”?. Habría que revisar esto cuidadosamente. Pero no es mi intensión tampoco aburrirte con una larga cátedra filosófica y pesadísima.
La segunda llave, sin importar si va antes o después de la primera, es la esperanza. Bueno, entre más dolor hay, es impresionante como los sentidos se agudizan y los amaneceres se vuelven imponentes, los pájaros cantan con mayor fuerza, los atardeceres se vuelven un inmenso mar de colores, los más grandes artistas han descubierto en el dolor, la máxima expresión de su arte, precisamente por la magnificencia de los sentidos. Es cierto, entre más duele algo, es mayor la fuerza con la que la naturaleza se nos presenta. Estamos vivos y ardientes.
La tercera es la concordia, que si bien o mal traducido, significa corazón con corazón en el entendimiento que hay empatía entre todos los seres, sean humanos, animales, plantas. Cualquier ser vivo sufre, pero no está solo en su sufrimiento, demasiados seres están muy cerca, vigilantes, amorosos y tiernos, con mucho amor por dar para aquel que esta hundiéndose en la tristeza y en el dolor. ¿Cuántas veces creemos que nuestro sufrimiento es exclusivamente nuestro y que además es el mayor de todos los sufrimientos conocidos? .
De estas llaves que te estoy mencionando, no hay “duplicados”, pero estoy segura que encontrarás la forma de preparar tus llaves y tus cerraduras. Si definitivamente es demasiado difícil, también hay muchas formas de ayuda interior y exterior que te pueden servir para sentirte mejor y como digo siempre: Solo tenemos una vida, si tuviéramos dos, echaríamos a perder una y la otra la aprovecharíamos mejor, pero solo hay una y esta hay que vivirla intensamente, todo lo bueno y lo malo, lo grande y lo pequeño, todo es único y por una única vez.
Ánimo amigo, seguro encontrarás tus llaves y a muchos amigos y amigas que te estimamos y te apoyamos en tu búsqueda por lo perdido y en el encuentro contigo mismo.
Cordialmente,
Tu amiga |