Vas por la vida, orgullosamente reina admiro que; cual tortuga vayas huyendo puntual de las batallas sin lamentación vana, en tu esquina. Evitando siempre el agua salina que rápido sanaría, tus llagas en la intimidad el precio pagas déjando a quien; te injuria propina. De quien te ama; la blanca voz deploras y dolosas con claridad escuchas a sus necedades; amores imploras. Empeñandote en pérdidas, luchas admiro el cobarde valor; que lloras y la dignidad fútil; con que pinchas.
Texto agregado el 28-07-2013, y leído por 213 visitantes. (3 votos)