¿Querés un consejo? Perdé toda esperanza. No tengas miedo de perder toda la esperanza. A lo largo de la historia sólo los hombres excepcionales han conseguido cambiar las cosas, pero vos no sos un hombre excepcional. Y yo, por supuesto, tampoco. De hecho, ya no hay hombres excepcionales, ya no hay héroes. Es la gran trampa del siglo XXI: nos hacen creer que podemos cambiar las cosas porque lo vimos en televisión: pueblos enfurecidos derrocando gobiernos. Cae el régimen y al final resulta que nuevos líderes acaban siendo más de lo mismo en un bucle infinito. Estoy pensando en Siria, estoy pensando en Egipto. Así que olvídate de intentarlo siquiera. Perdé toda esperanza de cambio y, sobre todo, no te sientas un traidor si algún día acabas comiendo de la mano del sátrapa. Eso se llama conformismo, se llama paz interior. Cuestión de prioridades.

Perdé toda fe en la raza humana y amarás como nunca antes habías amado. Pensá en la belleza de una flor crecida en el pantano, en el cementerio. Pensá en el ejemplar único en su especie, pensa en la química, pensa en la rareza. Perde toda esperanza de cambiar una mierda y concentrate en la chica. Refúgiate en ella y te vas sentir libre.